Seguramente, si eres usuario de lentillas te habrás dicho alguna vez: “Si todavía veo bien y no me molestan, las puedo llevar unos días más”. Y es que, a pesar de que parezca que se mantienen frescas más tiempo del que nos recomiendan, las lentes tienen una vida útil que, si no se respeta, puede afectar a la salud visual.
Como consecuencia de alargar el uso de las lentillas, muchas personas acaban abandonándolas porque no se sienten cómodas o creen que no les van bien.
Para cambiar esta dinámica, en este post queremos explicarte la importancia de utilizar las lentes de contacto durante el tiempo estipulado y también darte algunos consejos sobre su uso.
Conoce la vida útil de tus lentillas
Como especialistas, debemos recordarte que las lentillas tienen una caducidad que, si no se respeta, puede afectar la salud de los ojos. Los principales motivos son:
– Las lentillas van reteniendo parte de la proteína y otros componentes que suelta la lágrima y se crea una neblina que no permite ver bien. Con el paso de los días, estos componentes se van degradando y nuestro sistema inmunitario los puede reconocer como externos al organismo y generar una reacción alérgica. Es cuando empezamos a sentir irritación ocular, picor y escozor en los ojos.
– El polvo y el polen, que se van acumulando en las lentes y hacen que vayan perdiendo claridad y suavidad.
Cambiar las lentes a tiempo hará que no sufras ninguno de estos efectos y que la visión sea clara y nítida durante toda la vida útil de las lentes. Es la mejor manera de sentirte bien y no perjudicar tus ojos.
Un buen mantenimiento de tus lentillas es la mejor garantía
Cuidar las lentillas es tan importante como respetar su tiempo de vida. Algunas recomendaciones que te ayudarán a mantenerlas en buen estado:
– Es muy importante utilizar una solución de limpieza nueva cada vez que toques las lentes de contacto. Además, no debes usar agua corriente para ningún tipo de lente, porque puede contener impurezas y microorganismos que pueden acabar provocando infecciones.
– Cuando te coloques las lentes, empieza siempre por el mismo ojo, así es más fácil que no confundas las lentes y las pongas en el ojo correcto. Para no rallarlas con las uñas, la mejor manera de colocarlas es desde la palma de la mano.
– Aunque tus lentes de contacto tengan protección UV, te recomendamos que utilices gafas de sol. Así reducirás la tensión de los ojos. Si haces muchas actividades al aire libre, consulta con tu especialista cuáles son las lentes más adecuadas para ti.
– También hay que decir que es muy importante que los ojos descansen de las lentillas. Por eso, no las tendrías que utilizar más de 14 horas al día y, si notas picor o alguna molestia en los ojos, sácate las lentes y ponte gafas durante un rato.
– Para terminar, queremos destacar la importancia de seguir el programa de revisiones marcado por tu optometrista. Así, siempre estarás a tiempo de encontrar soluciones si aparece un inconveniente. Nosotros recomendamos una revisión cada seis meses como máximo.
El uso de llentillas no tiene un tiempo máximo ni una edad límite. No esperes a sentir molestias para renovarlas, avánzate cambiándolas cuando toca y olvídate que las llevas para ver y vivir con total libertad.
Con un buen mantenimiento, las lentes de contacto son un gran aliado.
Puedes ver todos los tipos de lentillas que tenemos a la sección lentes de contacto de nuestra web. Y, si tienes alguna duda sobre mantenimiento o uso, no dudes en preguntarnos. ¡Estaremos encantados de responderte!