Pensando en su futuro profesional, nuestro cliente Jose Ignacio llegó a la conclusión que necesitaba un nivel de libertad superior al que le podían ofrecer las gafas o las lentillas. Así pues, buscó la solución más óptima para él y se informó sobre la ortoqueratología. Dio con la web de ÒPTIC Platja d’Aro y tuvimos el placer de poder solucionar sus necesidades visuales. Hoy nos comparte su experiencia tras hacerse el tratamiento de orto-k. ¡Gracias Jose Ignacio!
¿En qué consiste? La ortoqueratología permite hacer los cambios necesarios en tu córnea para obtener una buena visión sin necesidad de someterse a cirugía ni de usar gafas ni lentes de contacto durante el día, utilizando las lentes únicamente durante la noche mientras se duerme. Los efectos se producen desde el primer día y se consiguen cambios óptimos a los pocos días de uso.
- José Ignacio, ¿cuál es tu profesión?
Ahora mismo no estoy trabajando, el último trabajo que hice fue Técnico en sistemas de seguridad.
- ¿Cómo supíste que la ortoqueratología era la mejor solución para tus necesidades?
Estaba cansado de llevar gafas, no me favorecían; estuve una temporada utilizando las lentillas blandas pero se me secaban bastante los ojos y eran un tanto incómodas. De ahí estuve indagando en la operación, pero por mi graduación no era factible ya que era demasiado poca. Buscando por Internet encontré otro método que fue el orto-k y me llamó la atención, por lo que busqué lugares donde lo hicieran, encontrando así a ÒPTIC Platja d’Aro.
- ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación y cuánto ha durado? ¿Tuviste alguna molestia?
Ha sido bastante cómodo ya que desde el primer día que empecé a utilizarlas veía mucho mejor, además en ÒPTIC me resolvieron todas los dudas que tenía haciéndome sentir seguro con el método.
Al principio fue un poco molesto al ser unas lentes duras y estar diseñadas para la noche pero sólo fueron los primeros días, después ya casi ni las notaba.
- ¿Cómo te sientes ahora? ¿En qué ha mejorado tu día a día?
Estoy muy contento con el resultado ya que no tengo que llevar ni gafas ni lentillas. No tengo la necesidad de llevar las gafas en todas partes ni preocuparme si llevo las lentillas demasiado rato.
- ¿Qué consejo darías a otras personas que se están planteando hacer este proceso?
Que no se lo piensen, aunque el precio te haga dudar, ¡vale la pena!